89 abriles haciendo revoluciones

Todo está cargado en la memoria
Arma de la vida y de la historia
León Gieco
Cada uno de nuestros entrañables jóvenes comunistas caídos en duras batallas.
Jorge Calvo, Marcelo Feito, Alberto Caffaratti, Teresa Israel, Watu
Cilleruelo, Luis García, Luis Steimberg, Ines Ollero, Nestor Guerrero, Ruben Poggioni, Graciela Panne de García, Hernan Nuguer, el Negrito Avellaneda, todos y cada uno están en nuestra memoria.
Para hacer una referencia a la extendida historia de la Fede nos ubicamos en la Argentina de principios del siglo 20, en tiempos en que se producía un fuerte debate en el seno del Partido Socialista, por su posicionamiento probritánico y parlamentarista durante la Guerra mundial.
La fractura producida en el 3º Congreso Extraordinario del Partido Socialista (PS), da origen, impulsado entre otras razones por la reciente Revolución Rusa, al Partido Socialista Internacional (PSI, que más tarde se llamó Partido Comunista)
La Federación de Juventudes Socialistas, se suma a la creación del PSI, acompañando y orientando al movimiento de la Reforma Universitaria de 1918. Este crecimiento y desarrollo de los jóvenes revolucionarios conduce finalmente a la estructuración de la Juventud Comunista, que construye el 12 de abril de 1921 un momento de síntesis que será recordado y conmemorado hasta la actualidad como la fecha institucional de su fundación.
Desde los primeros momentos de su existencia la Fede ha sido una organización donde centenares y miles de jóvenes hemos construido y asimilado nuestras primeras experiencias políticas, junto a una importante solidez ideológica marxista leninista fortalecida por una práctica coherente del internacionalismo revolucionario.
A lo largo de la historia de nuestro país esos elementos se convirtieron en herramientas importantes para muchos jóvenes luchadores que levantaron, y que levantan hoy, las banderas de la justicia con distribución de la riqueza, soberanía e independencia nacional y solidaridad internacionalista, como los datos genéticos imborrables en cualquier joven que haya pertenecido a las filas de la Fede.
Mucho se ha dicho y escrito sobre el papel de la Fede y sus aportes a la juventud argentina. Para todos es innegable su mística, su historia, su estructura organizativa y su audacia en momentos decisivos de la lucha de los pueblos en nuestro continente.
Sin embargo, a veces cierta ingenuidad suele prevalecer en algunos enfoques que movidos por el desconocimiento han llegado a plantear que la Fede “fue una historia maravillosa”. Al punto de plantearla solo como un “rito de iniciación”, necesario para cualquier joven con aspiraciones políticas. La actualidad de nuestra organización marca claramente las insuficiencias de estos planteos.
La Fede hoy es una organización inseparable de la vida política de nuestro país. Lo afirma así su actuación en diversos espacios, el reconocimiento de su trabajo por parte de otras organizaciones, su desarrollo en los lugares donde viven y actúan los jóvenes de nuestro país, en las articulaciones unitarias como lo es el espacio de las Juventudes Argentinas, en las marchas contra los golpes en América Latina, en las del 24 de marzo que mostraron a los jóvenes comunistas marchando por todo el país, en las movilizaciones por la aplicación de la “ley de Medios” y en todas y cada una de las luchas que nuestro pueblo lleva adelante, en el año donde se conmemoran 200 años de la Revolución de Mayo.
Por eso este 89 cumpleaños de la Fede nos encuentras entusiastas y dispuestos, asumiendo los desafíos de nuestra organización. Fortaleciendo con cuadros jóvenes las estructuras de nuestro Partido ahí donde haga falta. Llevando adelante con la Liga los juicios contra los genocidas que son decisivos para que avancemos en nuestra lucha por memoria, verdad y justicia. Si los genocidas van presos como queremos, reduciremos de manera importante la mano de obra calificada para el golpismo.
Acá estamos empujando con fuerza y con audacia la tarea de lograr miles de afiliados nuevos para la personería de nuestro PC. Haciendo solidaridad con nuestros pueblos hermanos, construyendo movilización para enfrentar y derrotar a la derecha que no ofrece nada nuevo para la juventud.
Así es el presente de una organización que se ha fortalecido y sigue haciéndolo con el objetivo de llevar adelante en nuestro país un gran ejercicio de conciencia, de libertad, de emancipación. Un acto en el que millones vamos a la búsqueda de nuestro propio destino.
Solo asumiendo integralmente estos datos de nuestro trabajo es que puede tornarse real el planteo de la Fede “rito de iniciación”.
La Fede es un lugar donde, desde hace 89 abriles, todos los días florece y se reafirma la convicción por construir un mundo donde el pan y la rosa sean para todos.
Un lugar desde donde la organización política se constituye como capacidad para darle materialidad a los sueños de miles de jóvenes que quieren ser protagonistas de la lucha por la segunda y definitiva independencia.